Ideas de 1776:
“La politica europea no tiene por que vanagloriarse, ni de la fundacion originaria de las colonias ni, por lo que respecta a su gobierno interior, de su propiedad sucesiva.
La vesania y la injusticia parecen haber sido los principios que presidieron y dirigieron los proyectos originarios de la fundacion de aquellas colonias....
Los progresos que han hecho las colonias inglesas de America del Norte y de las Indias Occidentales hubieran sido menos rapidos, si en la exportacion de productos excedentes no se hubieran empleado otros capitales que los suyos propios.
No existe ni ha existido pais alguno de consideracion en el mundo que pueda o haya podido subsistir sin haberse empleado en una u otra clase de manufactura....
El mercado de las colonias abre un nuevo campo, mas bien a los productos manufacturados de Europa, que a sus primeras materias.
Es posible que en lo sucesivo los habitantes de aquellas regiones (America) aumenten sus fuerzas al paso que se debilitan las europeas. Y es posible que los habitantes de todas partes del mundo puedan alcanzar aquel nivel de valor y de poderio que, inspirando a todos un temor reciproco, pueda forzar la injusticia de las naciones independientes a una especie de respeto mutuo. Y nada parece mas propicio para establecer esta igualdad de fuerzas que la mutua comunicacion de los conocimientos y de la cultura, consecuencia natural, o mas bien necesaria, del comercio.
En el sistema de leyes que se ha establecido para la administracion de nuestras colonias de America y de las Indias Occidentales, el interes del consumidor nacional se ha sacrificado al del productor.....Se ha creado un gran imperio con el exclusivo objeto de hacer surgir una nacion de clientes, que tienen la obligacion de adquirir en las tiendas de nuestros diversos productores todas las mercancias que estos les pueden proporcionar”.
Ideas de 1999:
Si se abandona la politica del subsidio. Si se deja de premiar la no produccion o de mantener sectores economicos ineficientes -fundamentalmente agricolas- ello permitira crear un gran mercado europeo para productos de paises del tercer mundo. Cuando siete millones y medio de agricultores europeos dejen de jugar a los “jardineros en el bosque animado”, los paises subdesarrollados recuperaran su ventaja relativa. Y ello daria autoridad a Europa para solicitar “reciprocidad” en la compra de productos industriales.
Se deberia comenzar por la agricultura de los paises de la ex-Union Sovietica -por interes estrategico- luego Africa del Norte, despues resto de Africa y fianalmente Centro y Sudamerica. Ello equilibraria el desarrollo, suspenderia las grandes corrientes migratorias, ampliaria mercados, asignaria mas eficientemente recursos economicos, mejoraria el medio ambiente, y -mire usted por donde- podria sustituir cultivos de drogas. Ademas daria a Europa una credibilidad y predicamento internacional inexistente en la actualidad. Una suerte de compensacion historica para recuperar protagonismo.
Tambien se deberian privilegiar inversiones europeas directas en el exterior para ampliar y diversificar negocios y areas de influencia.
Europa no se debe construir contra los Estados Unidos o Japon, pero tampoco puede hacerse a la medida de los intereses de ellos.
Con esperanza y sin miedo se puede marchar hacia el Estado Europa.
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