
A los españoles, y obviamente me incluyo, nos encanta hablar de cosas como culpables de de la crisis, justicia, que paguen los culpables y ramalazos similares de justicia poética. Pero a los europeos les aburre este discurso que consideran quijotesco y nos piden que, de una puñetera vez, echemos mano de la calculadora y tomemos medidas que hagan cuadrar las sumas. Y ahí es donde va a estar el enfrentamiento más serio, porque todos preferimos hablar de cosas etéreas, que impliquen ética, en vez de cosas materiales, que impliquen dinero.
Por aquí seguiremos pidiendo que se bajen los sueldos a los políticos, que se azote a los banqueros, que se supriman los coches oficiales, que se fusionen los ayuntamientos y se despilfarre menos en las autonomías. Seguiremos teniendo razón, pero en Europa nos van a preguntar cuanto suma eso respecto a los ochenta mil millones de euros que necesitamos y les vamos a decir que cinco mil millones.
Pues hala, majos, que os quedan setenta y cinco mil millones por recortar, nos dirán. Y los españoles, con el grito en el cielo, hablaremos hasta de la calefacción de los edificios oficiales. Hablaremos de todo menos de lo que realmente suma, porque de eso no queremos hablar, y seguramente con razón.
Pero tenemos que ponernos serios: Europa no se va a dar por satisfecha hasta que no se meta la tijera a fondo en las tres cosas que ellos quieren: IVA, pensiones y subsidio de desempleo.
Lo vemos por partes:
IVA: para la Unión Europea es vergonzoso tener que pagar las deudas del país de la unión que menos IVA paga, el 18%, mientras en el resto de Europa la media está en el 21% y hay países que llegan hasta le 25 % como Hungría y Dinamarca. Además, en España hay multitud de bienes y servicios que gozan del IVA reducido del 8% y otros muchos del superreducido, del 4%. Nos dicen que si ponemos el IVA como nuestros vecinos, simplemente en la media, se recaudarán cuarenta mil millones más, y que eso es de lo que se trata: de sumar. Mientras no se supriman los tipos reducidos y no se suba el IVA a un mínimo del 21 %, les dará igual lo que digamos. No se van a creer que queramos hacer nada, porque pagamos menos que ellos.
Pensiones: España se gasta al año ciento treinta mil millones de euros en pensiones. Una burrada. En Europa dicen que si queremos que los recortes sumen algo, que metamos mano aquí, suprimiendo, por ejemplo, una paga extra a los pensionistas y tomando otras medidas similares. Podemos contarles lo que queramos sobre la necesidad de la gente: el dinero está aquí y a donde está el dinero es a donde van. Además, la figura de la pensión no contributiva es considerada en Europa una invitación a no cotizar y a mantenerse en la economía sumergida, ya que se pague o no, la pensión llega de todos modos. Según las cuentas de la Unión Europea, pueden obtenerse hasta veinticinco mil millones sólo con las pagas extras, reducción de pensiones máximas y recorte de las no contributivas. Y con los anteriores del IVA, suman setenta mil millones.
Subsidio de desempleo: Desde Europa, particularmente desde Alemania, no se comprende la relación que puede haber entre el tiempo trabajado y el tiempo que se necesita para encontrar otro trabajo. De hecho, por allí dicen que cuanto más tiempo hayas trabajado más fácil te será encontrar un nuevo empleo, por lo que se pretende reducir drásticamente el periodo máximo de prestación de dos años a ocho meses. Los europeos tienen la impresión de que el subsidio de desempleo es en muchas ocasiones un bono para vacaciones pagadas y lo demuestran diciendo que los españoles suelen encontrar trabajo cuando está a punto de acabárseles el paro, pero no antes. Por eso, para animarnos, pretenden que el paro se acabe antes. En subsidio de desempleo, España se gasta anualmente treinta mil millones de euros. Si se reduce ese gasto en un tercio, ya tenemos la suma hecha.
Y luego, si a nosotros nos gusta ahorrar en bombillas, en bolígrafos o en mecheros, pues muy bien. Hasta nos aplauden. Pero no nos engañemos: lo que nos piden es esto, y hasta que no lo tengan nos seguirán empujando hacia el abismo de la bancarrota.
Simplemente ... ¿Tenemos un sueldo equiparable al de los alemanes?
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