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Esto es franqueo, no franquicia... (no hago vida del becario, oigan) :-) |
Casi todos sabemos hacer un
yogurt. La receta no es nada complicada, no se requieren grandes medios y la
materia prima es muy fácil de encontrar. ¿Entonces cual es nuestro principal
problema para abrir una fábrica de yogures? Que no nos llamamos Danone.
Si estás pensando en crear tu
propia empresa o comenzar en tu propio negocio y tienes ese mismo problema, quizá
deberías a pensar en la posibilidad de buscar una franquicia rentable.
Pero antes de ponerte
a ello, es imprescindible que reflexiones sobre el tipo de negocio, la
necesidad de independencia a la hora de desarrollar tus propias ideas y la
importancia que crees que tendrá contar con una marca conocida durante los
primeros tiempos. Lo explico un poco más detenidamente:
Una franquicia tiene la enorme
ventaja de que te permite contar, desde el primer día, con una marca conocida
que tiene ya sus propios clientes. Hay gente, por todo el mundo, que cuando
llega a una ciudad desconocida busca un McDonalds para comer, porque sabe de
antemano lo que va a encontrar y no le gustan las sorpresas. La marca del
franquiciante es tu bandera y empiezas desde la primera tarde con una bandera
que te identifica y te convierte en conocido incluso para los que no te conocen
de nada. ¡Y eso vale mucho! Esa es, creo yo, la clave de una franquicia
rentable.
Además, la franquicia te quita de
la cabeza algunos de los problemas más complicados cuando se empieza un
negocio: la búsqueda de proveedores, la negociación de condiciones y todo ese
montón de preocupaciones a las que antes se conocía con el nombre global de
intendencia (y ahora se les llama por una palabra inglesa que no me voy a
molestar en repetir).
Por último, los resultados de un
negocio en franquicia son más o menos previsibles, aunque siempre puede haber sorpresas
(positivas o negativas) por causas como la situación geográfica, competencia
inesperada de un negocio tradicional bien posicionado, etc. Por ejemplo, y
utilizando de nuevo a McDonalds como muestra, esta gran cadena tiene más
dificultades para establecerse en algunas ciudades donde los bares dan muy
buena tapa, y gratis, que en los lugares donde las tapas se cobran
rigurosamente. Hay que vigilar esos detalles con cuidado.
Pero, por supuesto, también tienen
su lado oscuro. En primer lugar, hay que saber que la franquicia está pensada
por un tipo que vive lejos, que no conoce tu pueblo, que no conoce a tu gente y
que cree, porque sí, que los gustos de todo el mundo son iguales en todas
partes. Semejante punto de partida ya asusta un poco, ¿no?
Además, la franquicia es muy poco
flexible con las cosas que se pueden hacer y las que no en su establecimiento.
Fija catálogo de ventas, fija distribución del espacio, fija precios y a menudo
hasta horarios de apertura, con un control muy férreo sobre lo que se hace y lo
que no. Esto es genial si eres un novato que no sabe pro dónde anda, pero a lo
mejor no lo es tanto si tienes ya cierta experiencia en el negocio…
La franquicia, por tanto, es para
quien quiere meterse en un negocio, piensa que los experiementos se hacen con
gaseosa pero no con dinero y quiere empezar desde el primer día a ganar dinero,
sin riesgos sin ideas originales y sin comerse mucho la cabeza.
¿No ha bastado con esto? Normal.
Prueba en este enlace: Franquicias ver más info
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